Revista “El monitor de la educación”, Nº 14
“Las leyendas”, de Leopoldo Brizuela, del libro "Los que llegamos más lejos" (fragmento)
Ministerio de Educación de la Nación
DESPUÉS. A los cuarenta días las aguas se retiraron, pero el mundo parecía contagiado de sus maneras.
Todo huía en la tierra, todo fluía. Un paisaje ondulante y borroso como el fondo del mar: médanos que perseguían a otros médanos, nieblas a otras nieblas, aguas a otras aguas, y la luna y el sol, entre nubes de espuma, como grandes peces. El viento, el viento, el viento. Y de pronto, allá abajo, en la cumbre del más alto volcán -advirtió el Ángel-, un montón de hojas secas.
-No son hojarasca- dijo el Creador, viéndolos bajar al valle inundado-, son los pocos que se salvaron del diluvio, en sus toldos de cuero. Los araucanos: las hojas casi secas de mi árbol de la vida.
3 comentarios:
lindísimo blog, me encantaron tus dibujos..
saludos
hermoso
Hola Noelle y Uzumaki, dibujos frescos para este verano, besos.
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