Me impresionó su serie de afiches, fotos y dibujos, muchos con lechuzas; porque así se llama el local y los comensales artistas suelen devolver la gentil atención con obra exclusiva.
Cubi me invitó a formar parte de esta colección participando de una muestra que inauguró el lunes pasado a las siete de la tarde, según sus textuales palabras: un cocoliche letal. Pasé a tomarme un vino, degusté las picadas que prepararon y lechuceé las 80 obritas colgadas en Uriarte y Soler.
Por suerte Adrián llevó su cámara, sacó unas fotos muy divertidas y me la prestó para que filmara los últimos momentos de la inaugureta, para el lector que lo mira por youtube.

