El jueves 28 de julio estuve en un workshop que Isidro Ferrer (gracias por tu generosidad, genio!) dio en el CCEBA en el que se trabajó con desechos y se construyeron personajes con mínimos gestos; muy buena experiencia.
Hoy sale en la revista Ñ este apunte donde cuento cómo fue llegar al dragón volador para luego subirse a él.


El dragón volador que construi en el workshop (foto de Guido Bonfiglio).